14 febrero 2006

Caza

Intereses:

Convertir el monte en una galería de tiro al blanco. Lo que antes era bosque, ahora son matorrales hirsutos en los cuales se puede avistar y disparar a una pieza a distancias enormes. En un bosque impenetrable las probabilidades son del animal, en campo abierto, del arma de fuego.

Soluciones:

  • Cumplimiento efectivo de la ley que prohibe cazar en monte quemado, pero ampliando el plazo, hasta permitir la regeneración del monte (no menos de 5 años para monte bajo, no menos de 20 para bosque).

  • Repoblación automática. La obligación del Estado de dejarlo todo como estaba antes del incendio es la mejor forma de que desistan los que quieren cambiarlo.

  • Concienciación, incluso a través de los mismos clubes de caza, de la necesidad de preservar la Naturaleza. Los incendios, a medio plazo, también menguan la población susceptible de aprovechamiento cinegético.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

En el oeste de Asturias me contaron que las grandes extensiones de brezo se deben a los fuegos de los cazadores. No sé si será la única causa, pero algo debe haber. Alvaro

24 febrero, 2006 05:57  
Anonymous Anónimo said...

Datos concretos:

Día 25 de Diciembre, dos incendios en el concello de Viana do Bolo (Ourense).
El día anterior, otro incendio en el concello vecino de A Veiga.
Día 6 de Enero, un incendio, de nuevo en el concello de Viana
Día 7 de Enero, incendio en el vecino concello de Manzaneda.

Son incendios que se inician al caer la tarde, que avanzan muy lentamente porque el monte está húmedo, pero que no se detienen porque en invierno no hay cuadrillas para ir a apagarlos (y menos en festivos). Así, arden hasta que terminan por apagarse ellos solos.

¿Responsables? Todo el mundo sabe quienes son: los cazadores. Todas en zonas de Tecor Societario, con un monte ya espeso donde es complicado avanzar con la escopeta.

En medio de un monte perdido, nadie se va a poner a hacer urbanizaciones. A nadie le importa la madera de unos robles pequeños (nacidos después del último incendio). Ninguno de la brigada le va a pegar fuego para tener trabajo, ya que en esas épocas no trabajan en ello. Quema agrícola descontrolada menos, porque no hay ninguna tierra cultivada en kilómetros. De parrilladas, colillas o cascos de botellas, en medio del monte y cayendo las temperaturas muy por debajo de cero, mejor no hablamos, ¿verdad?

El problema es que todo el mundo lo ve como algo normal. Además, la caza es el "deporte" con un mayor número de licencias federativas de este país. Así, la Guardia Civil hace la vista gorda, los políticos miran para otro lado. Todos se hacen los suecos y, si alguien dice lo evidente, lo que en los pueblos todos saben, se comporta como una virgen escandalizada.

Así, seguimos con esta mentira compartida, hablando de complots y "la mano negra", queriendo investigar pero no sacar conclusiones. No vayan a ser incómodas.

Políticos, tomen nota: los montes de Galicia los quemamos nosotros, los gallegos. Para poder vender madera que de otra forma no dejan cortar (ganas menos, pero es dinero en mano). Para poder cazar a gusto. Para asegurarnos el trabajo en la campaña del próximo verano, o para joder a los rapaces con el curso de gallego que metieron en nuestro lugar.

Si un político se atreve a decir esto, lo lapidan. Sigamos en la hipocresía y en la mentira compartida!

10 enero, 2007 18:47  

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